Rafael Marrero (Él) y Magaly Serrano (Bego) Andreína Blanco (Ana)
Mariana Carlés (Carla)
Adriana Romero (Dona)
Esta es la tercera vez que Juan José Martín pone su talento y sabiduría teatrales al servicio de una de mis obras, tras Pasos y Yo, Satán. En el caso de Deseos no deseados concurre una circunstancia que hace de este nuevo estreno algo muy especial: a pesar de ser una pieza escrita hace más de una década, sus personajes nunca habían salido a la luz de un escenario.
Como dice un Upanishad: “Eres lo que es tu deseo profundo, y tal como es tu deseo, así es tu voluntad, y tal como es tu voluntad, así son tus obras, y tal como son tus obras, así es tu destino”. Pero, precisamente, eso es lo malo. Nos dan miedo nuestros deseos, nos aterra nuestro destino, nos da miedo saber quiénes somos.
Esta es la tercera vez que Juan José Martín pone su talento y sabiduría teatrales al servicio de una de mis obras, tras Pasos y Yo, Satán. En el caso de Deseos no deseados concurre una circunstancia que hace de este nuevo estreno algo muy especial: a pesar de ser una pieza escrita hace más de una década, sus personajes nunca habían salido a la luz de un escenario.
Con una estructura caleidoscópica en la cual el protagonismo va pasando de un personaje a otro, y bajo un aspecto de comedia -sólo roto por los monólogos de cada uno de ellos, donde se exponen distintos grados de soledad-, se desarrolla una pieza que, por encima de cualquier otra consideración, nos habla de los deseos que no nos atrevemos a desear, del miedo que nos producen los deseos.
Como dice un Upanishad: “Eres lo que es tu deseo profundo, y tal como es tu deseo, así es tu voluntad, y tal como es tu voluntad, así son tus obras, y tal como son tus obras, así es tu destino”. Pero, precisamente, eso es lo malo. Nos dan miedo nuestros deseos, nos aterra nuestro destino, nos da miedo saber quiénes somos.
[Fotografías de Nicola Rocco]
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