Andre en Deseos no deseados. Foto: Roland Streuli
Andre, estas líneas no son para despedirme. Son para darte las gracias. Una buena parte, una parte importante, de mi trabajo reciente tiene mucho que ver contigo. Con tu energía, que es combustible puro para la inspiración. Con tu belleza, que es angelical y cercana y dulce. Con tu talento, que es sorpresa generosa y sensibilidad honda... Por haber entregado todo eso, con profunda sinceridad y sin cálculo, en cada proyecto que hicimos, gracias. Y gracias también, y muy especialmente, por las risas, por las palabras de aliento, por la amistad.
Andre, hasta pronto.
Hasta siempre.
Andre, estas líneas no son para despedirme. Son para darte las gracias. Una buena parte, una parte importante, de mi trabajo reciente tiene mucho que ver contigo. Con tu energía, que es combustible puro para la inspiración. Con tu belleza, que es angelical y cercana y dulce. Con tu talento, que es sorpresa generosa y sensibilidad honda... Por haber entregado todo eso, con profunda sinceridad y sin cálculo, en cada proyecto que hicimos, gracias. Y gracias también, y muy especialmente, por las risas, por las palabras de aliento, por la amistad.
Andre, hasta pronto.
Hasta siempre.