viernes, 20 de junio de 2008

Preparando EL ALQUIMISTA, de Ben Jonson, a partir de la versión de Isaac Chocrón



Fotos: Franca Franchi


En un mundo de crédulos, el vivazo es rey. Esta es la idea que motoriza una puesta en escena que es a medias culta crítica de nuestro tiempo, a medias ácida comedia popular. La inmoralidad se expresa en diversas formas de violencia: el engaño, la burla, la estafa son variaciones de un gesto de agresión contra el incauto. Pero es violenta también la codicia y la búsqueda de respuestas rápidas, fáciles, mágicas. Estafado y estafador ejercen su violencia y les termina golpeando, desnudándolos, volviéndolos vulgares, burdas máscaras.



El timo es una práctica humana generalizada: nunca somos lo que decimos que somos, no poseemos las cualidades que decimos poseer, no alcanzamos a decir lo virtuosos o degenerados que podemos llegar a ser. Se sabe: el lenguaje está lleno de trampas, de sombras, nos eclipsa… adrede. Pero cuando se tima y se cobra, y mucho, entramos ya en el terreno de una práctica social corrupta, innoble, brutal. Es el terreno de las seudociencias, las mancias, el new age enlatado y listo para consumo: astrología, feng-shui, adaptógenos, abdominizers, niños índigo, ovnis que trajeron a la Tierra a sus primeros pobladores, medicinas alternativas, herboterapias, acupuntura, homeopatía y un largo y peligroso etcétera de brujerías vestidas de rigor científico o arropadas de prestigio histórico.



Este montaje habla sobre esta nueva Edad Media de iluminados, de viejo oscurantismo disfrazado de aperturismo mental, mezclado con ecologismo de ultra izquierda y el conservadurismo más burgués.

Una producción de Escena de Caracas
Con Delbis Cardona, Rafael Gil, Nadeschda Makagonow, Juan Carlos Azuaje, José Francisco Silva, Neiron Medina, Betsabé Correa, Dalia Castellanos y Luis Ernesto Domínguez

No hay comentarios.: